Lugar donde las palabras se tornarán maleables, se flexibilizarán dejando lugar suficiente para que los pensamientos fluyan y se expresen libremente, desnudando y exponiendo nuestras contradicciones.
jueves, 24 de julio de 2014
How to Lose a Guy in 10 Days and a Gentleman in 10 years
martes, 3 de julio de 2012
Meta cognición de una idea próxima al AMOR
sábado, 5 de marzo de 2011
Reality shows: Como la vida misma
La producción televisiva de los “reality” irrumpió en las últimas décadas. Costos bajos, y escasos recursos humanos son el complemento de una importante inversión tecnológica. Existen desde los modestos “talk shows”, en los cuales el éxito es responsabilidad directa del conductor-actor de turno, hasta los mega emprendimientos como Gran Hermano, donde el trabajo técnico de edición y compaginación acompañado por una activo equipo de producción, guía la morbosidad popular por caminos poco imaginados.
Cinematográficamente fuimos marcados por verdaderos engaños artísticos, como Truman Show. El mega “reality” de ficción que no pudo con los valores intrínsecos del individuo, como lo son el AMOR y la LIBERTAD.
La libertad normalmente se viste de sueños y se alimenta de anhelos. Muchos jóvenes buscan su vocación más humana a través de ellos. Miles de chicos participan de castings de baile como el promocionado Soñando por bailar, programa de selección de probables candidatos para ocupar un lugar en un show junto a destacas figuras mediáticas. La condición de “reality” se ve marcada por un todo vale. La sociedad actual valida cualquier medio para conseguir un propósito.
Miss Tacuarembó, un largometraje uruguayo dirigido por Martín Sastre y protagonizado por Natalia Oreiro. Es una comedia musical que pregona que los sueños se concretan si se tiene fe. Cuestiona irónicamente el desvío del concepto de “fe”, como creer sin ver, que canaliza la religión católica. Natalia es una joven que creció con la ilusión de convertirse en reina de belleza y ahora busca darle sentido a su existencia. Se traslada a Buenos Aires y comienza a alejada de sus fantasías infantiles Pero el destino la sorprende a través de Todo por un sueño, un “reality show” que consigue reunir a esta mujer con su madre, a quien no veía desde hacía varios años.
A partir de ese reencuentro, los sueños que parecían haber quedado estancados en otra etapa de su vida reflotan y vuelven a ilusionar a la joven. Lo que la mayoría de los espectadores aplauden como un final feliz se ve empañada por la metodología de la producción que usa el “reality”: Engañar para que el sueño se haga realidad. He aquí la paradójica contradicción. Natalia es seducida por un nuevo compañero de trabajo, y descubre el amor con él. Sentimiento que dura lo que la sorpresa del “reality” devela. La seducción es parte del engaño para mantenerla distraída para concretar el sueño de su madre. Porque reencontrarse con su madre no era su propio sueño. De pronto se da cuenta que si no reacciona y aprovecha el impacto de verse ante la cámaras esta era la última oportunidad para darle vida a la ilusión, que nació con ella y se había convertido en su obsesión. Entonces, hábilmente reacciona despabilándose y canta ante las cámaras logrando el aplauso de la concurrencia. Los sueños no se cumplen, se planifican y protagonizan con impulsos de energía aunque a veces vayan en dirección contraria a la realidad que nos rodea. Esa es la magia que los hace posibles.
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jueves, 11 de febrero de 2010
Mi vida es “my life” by Liliana G. 2010.- I feel and I try to do what my guts say.
I want it all!!! (Rolling Stones, song)
I want everything!!! I can’t have all I want, but I get everything I need. (Graffiti)
Quiero todo. Quiero vivir el Fuego de la Pasión, sin renunciar a la estrategia premeditada de la Razón. Quiero seguir el impulso imprevisto y después rendirme ante el reposo reflexivo.
Quiero que me sorprenda el sobresalto inesperado mientras me rodeo la tranquila y segura estabilidad.
Negro y Blanco. Calor y frio. Sal y azúcar. Aparentes contrastes. Polos opuestos de una línea interminable donde fluctuamos a medida que transitamos por la vida.
Descubro que puedo mantener el equilibrio sobre ese hilo aparente que me sostiene y conduce, como si fuera una hábil artista circense. No se trata de ir a un extremo al otro columpiándome como un péndulo. Puedo aprovechar lo mejor de cada punto si mantengo el balanceo y espero el momento adecuado, como cuando de pequeña me hamacaba y creía que tocaba las nubes con las puntas de mis zapatos.
Con el correr del tiempo me doy cuenta que las sensaciones que tensan los extremos de este hilo, de donde pende mi vida, no son opuestas, sino complementarias. Al igual que los colores opuestos en el círculo cromático, no se incluyen amalgamados, sino que completan al otro, destacando su diferencia en perfecta armonía. La figura necesita del fondo para ser figura. En un todo infinito puedo enfocar mi mirada sobre los elementos que deseo que se constituyan en figuras y las recorto del fondo, según fije mi atención en unos u otros en forma indistinta. No puedo prescindir de ninguno de ellos, cada uno cobra identidad gracias a la existencia del otro.
Soy parte del todo. Soy lo que quiero en contraste del resto. Quiero todo, porque esa es la manera de ser yo. Todo lo que elijo para mi, existe en mi porque vive lo opuesto y complementario dentro de mi ser, que me permite verlo diferente y necesario.
Puedo sentir como la vida que comienza en un punto apenas perceptible se expande como una mancha hacia el infinito, los colores la tiñen en un arco iris ecléctico, mientras gira se amalgaman los tonos que resulta un negro pardo, sin luz. Cuando nos detenemos, vemos la luminosidad de cada color y la forma que los contiene, como un misterioso e indescifrable Mandala.
viernes, 6 de febrero de 2009
Tempestad silenciosa
Mediodía soleado y caluroso. Tempestad silenciosa. El entró al bar. Mirada penetrante y turbia sonrisa. Alto en imponente se dirigió a la última mesa saludando al mozo al pasar. Corrió la silla con alegría angelical, colgó el saco en el respaldo y se sentó con carácter endemoniado. Abrió su portafolio. Pidió agua con actitud avasallante. Impulsivamente tierno. Tomó una lapicera y comenzó a escribir. Lo observé solitaria desde mi mesa de enfrente. Allí estaba él: absorto al descuido y esmeradamente disperso. Escribía con ímpetu concentrado. Yo, lo miraba con distraída atención. El y yo no nos podíamos cruzar. Nuestras miradas tenían diferentes horizontes. El buscaba aventurado sosiego y yo necesitaba un agitado refugio. De pronto una simpática silueta femenina se proyectó encima de sus papeles. El se puso de pie con un efusivo saludo. Dejó a un lado los apuntes sobe la silla contigua y ofreció asiento con risa franca. Agasajó a su esperada invitada con cortesía y un café. Mientras tanto, desde enfrente, yo miraba como se nublaba mi día sin saber más de ti.
jueves, 22 de enero de 2009
CICATRIZ
Duele. La puntada lacerante nace en el mismo centro. Se constriñe. Se paraliza. Son instantes eternos. Luego el dolor sube expandiéndose en círculos concéntricos de lluvia. La oleada asoma a la superficie y la espuma queda bordeando con sal la herida. Entonces se relaja, intenta retomar control de sí misma. Pero el recuerdo de una sonrisa tierna arremete indómita otra embestida. Otra vez, con un suspiro entrecortado expira aliento helado. La sal descansó a la orilla de la herida del alma. Secó en un caparazón blanco, fusionó el doloroso corte. Es muy rígida pero cuando en la memoria sube una marea de palabras dulces, se filtra a la superficie por grietas latentes. Arde. Se vuelve a secar y endurece aún más el caparazón. Tira, retrocede ante la regeneración del tejido invisible que reconforta el alma en su padecimiento. Sufre. El alma tiene una cicatriz. Una herida que vistió con nueva piel el viejo dolor, ese que quedó grabado en el centro profundo de sí misma, con la marca indeleble que deja amargo sabor.
domingo, 10 de agosto de 2008
Romantic
Misty falling endless love
She opened the window with the first rays of light. Mist was in the sticky air. He always was present in her thoughts. She wondered where he was far away in time; meanwhile the last autumn leaves were falling down. His words still struggle with hers reaching out her memory in the echo of her tangled sleepy mind:
-Do you love me? – She asked anxiously
He looked up into her eyes with his tender smile and says nothing.
In the distance during the darkest hour long time ago. He left work aside, and wrote about his feelings for his angelical muse:
“I owe you answers, but I give you questions…”
-Why do I always have to look for you? Do you ever need me? - She claimed with watery eyes.
He looked down keeping his silent smile. Then he answered her questions with another.
- What is the difference if I need you? – He added murmuring to himself, -I cannot have you.
“I owe you caresses, but I give you words
The caresses will reach your body like fire...”
-But… you already have me, - she said hopefully- because I love you and I do my best to give everything you deserve and I would die if it is useless– her words faded away in her tormented memory. He also vanished in her daily life.
Every day, at dawn, during the last four years she remembered some bits of conversations. They were out of context of her routine but they were meaningful to her loving conscious soul. One thing she was sure about. He was the special man every woman expects some time or another in her life. The man she dreamt about while reading her romantic teenager novels. He was almost perfect. He was a passionate wild spirit. He represented the charming earthquake that shakes her floor: A quiet, shy intellectually bearded type of man. She did not notice it at first. He contemplated her silently behind his glasses during the College lectures. She attended his classes and drank every word he said with an endless thirst of knowledge. And she learned more than expected. She started writing stories that he inspired. He was delighted with ecstasy when he read his present for the teacher’s day, a romantic short story with open end. By that time, she had her life centered in a few matters related to a loved family and job duties. But she dared to throw to a new cosmic world where he was her north in the compass. He irrupted in her forties to give her a new direction. He carried his early fifties heavy luggage: A loved devoted separated wife, two lovely daughters, a rebel son and…a lover who became his second wife just because she conceived her youngest daughter.
“I owe you room in my life but I give you the sky
My room for you will reach your eyes like blue light…”
At first they have classes together, and then they interchanged emails. After that, they exchanged some talks and they finished sharing their infinite souls in sunny autumn afternoons.
“And you will see the stars with your eyes closed”
She was never the same since then… and she still enjoys reading his poem that rebirth the passion that keeps her hopes alive, in the distant words that the wind brings every autumn, blowing the falling leaves.